Las grandes alternativas de la política europea actual
(izquierda/derecha, liberales/socialdemócratas,
progresistas/conservadores...) llevan ya algunos años enzarzadas en un
intenso debate sobre la forma de gestionar la crisis económica y social que
sufre Europa: ¿deben los estados, de manera prioritaria, "reducir el
déficit", es decir, ahorrar dinero reduciendo en muchas ocasiones lo que se
dedica al mantenimiento del "estado de bienestar" (sanidad, educación,
pensiones...) para "contentar a los mercados financieros"?, ¿pero cuáles
deberían ser los "objetivos prioritarios" del Estado?, antes que controlar
la deuda pública para "contentar a los mercados", ¿no deberían perseguir
niveles cada vez más elevados de bienestar, de justicia social... entre sus
ciudadanos?, ¿está la libertad de los "mercados" por encima de cualquier
otro valor social?, ¿o será que para promover cualquier otro valor social es
necesario mantener la libertad de los mercados para, de ese modo, generar
suficiente riqueza para repartir...?, ¿cómo debemos repartir la riqueza o
los servicios públicos cuando ésta escasea?, ¿podemos o debemos seguir
garantizando un acceso universal y gratuito a los servicios básicos (sanidad
y educación)...?
Aunque éste parezca un debate estrictamente técnico, en
realidad esconde visiones filosóficas profundamente dispares sobre la
naturaleza y las finalidades de la sociedad política, sobre si es la
igualdad el valor prioritario que debe promover el estado o si, por el
contrario, es la libertad individual el principio rector de la vida social,
o sobre las relaciones individuo/sociedad (¿es la sociedad algo más que la
suma de sus individuos, o, al contrario, es en buena medida el individuo un
"producto social"?, ¿hasta dónde puede la sociedad limitar libertades
individuales para promover otros valores como la justicia social?...)
Son muchos y muy complejos los interrogantes abiertos,
pero pocas cosas son hoy tan urgentes como ir ensayando respuestas a estas
preguntas. Por supuesto, esta Unidad Didáctica de filosofía política tiene
objetivos mucho más humildes: pretende, en primer lugar, que
conozcáis los
grandes problemas de la teoría política y algunas de las repuestas más
generales que se han ido produciendo en los últimos siglos. En segundo
lugar, se trata de que podáis aplicar estos aprendizajes
no sólo para
comprender mejor los problemas que en la actualidad ocupan las noticias de
la tele, los periódicos, o las conversaciones de la calle, sino
también, como ciudadanos que muy pronto seréis mayores de edad, para
tomar decisiones, participar socialmente, y asumir vuestras
responsabilidades para con la sociedad en la que vivís. Por si el reto fuera
pequeño, además de todo eso, pretendemos pasarlo bien...